El gatopato.

Tenía yo la ventana abierta, y sin querer el gatopato (porque hace cuakcuakcuak, palabra) ha pasado por delante de la ventana y ha empezado así como a templar… Oh, si fuera  un gato… los gatos no se pasan el día encerrados, lo gatos saltamos por los tejados, entramos en las casas de los vecinos, los gatos… los gatos… corcho soy un gato, ¡a que salto! Después de leer su cara gatuna revolucionaria  y evitar su digievolución a gatopantera, digo, somos lo que somos, por muchas máscaras que nos pongamos, tarde o temprano se caen. Qué listo es mi gatopato. Feliz año del Conejo.

¿Qué me pasa con los animales?